Por Max Jiménez
La estructura de las creencias es tan fuerte que permite que algunos tipos de violencia se justifiquen o no siquiera sean considerados como violencia. Así, vemos que no se habla de asesinatos sino de bajas, y que no se menciona la guerra sino la lucha por la libertad. Judith Butler.
El sábado 23 de junio se celebró en Ciudad de México la XL Marcha Nacional del Orgullo y la Dignidad LGBTTTI. Lo anterior me hace reflexionar sobre la “NORMALIZACIÓN” (a la que intentamos incluir lo que hemos denominado “DIVERSIDAD”) que habitamos, co-construimos y que a veces es difícil detenernos a reflexionar sobre ella.
Hace algunos años pensaba sobre la llamada transfobia, homofobia, lesbofobia entre otras, en este intento veía que la “fobia” suele definirse como un temor, intenso e irracional y me dije, ojalá fuéramos fóbicos a la diversidad, ya que, si fuéramos, por ejemplo, transfóbicos, muchos de nosotros estaríamos escondidos cada Marcha en el "Closet". Por otro lado, también suele definirse la “fobia” como odio por algo o alguien, pensé, yo odio a algunas personas, no a muchas y eso no me da derecho a violentarlas o matarlas. Por ello me parecen que estos términos (transfobia, homofobia, lesbofobia y sus variantes) se quedan cortos y en algunos casos son eufemismos que incluso disculpan a las personas que atentan contra otro ser humano por ser de la “DIVERSIDAD”. Quizá es necesario cuestionar estos términos y simplemente decir que son actos violentos, delitos, asesinatos, violaciones, vejaciones a los derechos humanos.
Seremos capaces de ir más allá de la "INCLUSIÓN", hacia la "DIVERSIDAD".
Analizamos este tema y muchos otros en nuestro Seminario Una Mirada Existencial-Fenomenológica de las SexualidadES, en el Círculo de Estudios en Terapia Existencial.
Comments